miércoles, 8 de agosto de 2007

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Todos tenemos varias caras. Cada persona da una imagen distinta para cada situación, en la familia, el trabajo, los amigos, con los distintos amigos….
Así que no tengo varias personalidades, no estoy loca o por lo menos no más que la mayoría de la gente.

Esta seria mi parte frívola, la que conocéis, la que se preocupa por el sexo, el sexo y el sexo… Esa me gusta, es fuerte.Hay otra que sería mi yo “inteligente”. No creo que lo conozcáis por aquí pero es la utiliza la cabeza, la que busca la lógica y la que siempre lo analiza todo. Ayuda a la anterior a quitarse prejuicios.Y , Deray, es la cara oculta. De las tres mi parte vulnerable (sí, la tengo).Cuando a Deray le dan una hostia aprenden las demás. La inteligencia saca una lectura positiva (no volverá a pasar más). Mi parte frívola se hace más fuerte, se reafirma en su superficialidad.

A Deray le han dado ya muchas hostias… por eso vuelvo.

Vuelvo. Vuelvo a escribir porque me apetece y porque aunque escriba para mi tengo cosas que contar.

A mí me sale lo que me sale, por eso después pienso “¿eso lo he escrito yo?” No lo siento propio. No sé si después de este tiempo me saldrá mejor, peor o igual pero el tema será más o menos el mismo.
A estas alturas y después de esforzarme tanto en mi vida por demostrar que no soy lo que parezco me empiezan a dar igual muchas cosas. ¿Es eso positivo ? Seguro que no....es lo que hay.

Mis experiencias son las que son y yo soy la suma de ellas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Tal vez con el tiempo las cosas salgan mejor o peor. Atrás habrá quedado el camino, que siguiendo al maestro don Juan: "Todos [los caminos] son lo mismo, no llevan a ninguna parte. Son caminos que van por el matorral. Puedo decir que en mi propia vida he recorrido caminos largos, largos, pero no estoy en ninguna parte. Ahora tiene sentido la pregunta de mi benefactor: ¿Tiene corazón este camino? Si tiene, el camino es bueno; si no, de nada sirve. Uno te hace fuerte; el otro te debilita."

Saludos

Anónimo dijo...

Sólo decir que me arrepiento de haberme rajado.
Tú y las gominolas no me lo perdonareis pero no importa. Lo siento