lunes, 27 de agosto de 2007

Una guardia...dos guardias... tres guardias...


Siempre he pensado que las noches pueden ser proporcionalmente tan largas a como veces mires el reloj. Y si además las pasas trabajando y, con tanto tiempo libre, como para darte cuenta de hasta que extremo amas tu cama... amigo mio, la has jodido.


En lo que va de guardia ya he sacado dos conclusiones: Primera: quién nace patosa en lo que respecta a nueva tecnologia se refiere, jamás aprenderá a programar ni el video siguiendo instrucciones para tontos (Sí. Efectivamente. Toooooooooodas las máquinas del laboratorio han reventado. Estas manitas que Diox me ha dado...). Y segunda: hay gente que tiene el don de gentes en el culo-u orificio anal, llámesele como prefiera-.Esta claro que una es la nueva, la novata, el último mono... pero joer! ¿Que te cuesta quitar esa cara de manzanas agrias y tenerme un poco de paciencia? -y que quede constancia que el numerito fue antes de empezar a escacharrarse los aparatos.-
Aún así es bueno tener estos momentos para una sola.Lees las esquelas de los periodicos (nunca sabes los palos que da la vida a quien menos se lo espera), descubres que las cucarachas y los bichos varios se reproducen seguramente por generación espontanea-porque con la de "flit" que les tiras deben estar retorciendose en su tumba hasta la generación tercera de bisabuelas del animalito-, caes en la cuenta de que no es tan dificil dar cabezazos en una silla sin caer y desmorrarte...
La cosa, en resumidas cuentas, es que son las cinco de la mañana y quiero dormir. Quizás si me pongo la bata en el respaldo para que no se me clave... me dejo caer un poco hacia abajo... y sin cerrar del todo los ojos, por si acaso....Zzzzzzz ... Zzzzzz ... Zzzzz ... ZzzzZzzzz


1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola, pensaba que esto era un blog en el que desarrollabas tus inquietudes literarias. Creo que tienes que ser más exigente contigo misma.

Saludos.