Aquién corresponda.

Querido señor Panrico:

El sabado probé sus Bollycao Dokyo y quería solicitarle que no dejen nunca de fabricarlos.

Para ello, le doy varios motivos:
- Porque desde que los conozco, la máquina de chocobollos (la máquina de gorrinadas varias de toda la vida) de mi hospital tiene un altar con velitas y quemamos incienso a la espera del reponedor (que viene los miércoles).
- Porque he esperado hasta ahora para probarlos y me arrepiento profundamente.
(Esta carta de súplica espero que cubra en parte la penitencia por haberme hecho de rogar.)
- Porque es una mezcla entre tortitas con chocolate de Bollycao.
- Porque tiene forma de lentilla y a mí me hacen gracia las cosas con forma de lentilla.(Manias estupidas de los miopes supongo)

Atentamente, la chica de los morros llenos de chocolate y sonrisa perpetua de pura adoración.