La leyenda de la indomable...

De todos es sabido que cada familia es un mundo... Pero el hecho se me ha confirmado cuando, hoy, los lazos consanguineos de mi medio pomelito (Bauticemoslo como Sr. Contracción,por ejemplo) y servidora, se han rejuntado para disfrutar de una paellita. Y ahi andabamos todos: la abuela apurando ella solita la botella del tintorro, el tio contando chistes de lepe, la cuñada sorbiendose los mocos mientras se hinchaba a paella porque habia salido igualita a la que hacia su ex-suegra, media docenita de primos en edad de guerrear tirando granos de arroz a diestro y siniestro y yo... a dieta.
Total, una reunión sin mucho importante que reseñar.
Llegamos a la sobremesa, y, entre café y café, mi churri -aquí me salta una lágrimilla de emoción al recordarlo- se ofrece a ayudar a una de las pequeñas terroristas a hacer los deberes.

Precioso... Tal que así:

Érase una vez un ingenuo Sr. Contradicción   ayudando a un indómita guerrera a hacer los deberes. En la parte superior de la hoja, la jodia niña (estoooooooo la pequeñaja) escribe su nombre, pone un punto y luego la inicial de su apellido. El Sr.Contradicción le corrige dulcemente: “No, %&%·"%&, el punto se pone detrás de la letra X, no delante”.

La pequeña indomita se le queda mirando muy seria y  le espeta un rotundo “no trates de comprender la mente femenina” y lo deja como está.

Acojonante.