Y el madurito no me esperó.

Estaba yo anoche durmiendo tranquilamente en la gomicama (sí,en plan croqueta bajo catorce mantas...) cuando a las dos de la mañana me despertó un grito.
Pero no un grito de dolor como cuando se os cae un libro de Punset en el dedo gordo del pie, sino tipo los Morancos cuando gritan por la ventana "Yosuaaaaaaaaaa!"
El caso es que estaba yo soñando con cierto macizo madurito cuando de pronto se oye "¡Coge el teléfonoooo, hijo de p%t@! ¡Coge el teléfono de una vez que te estoy llamandoooooo!" .
¡¡Tócate los firulillos!! Justo cuando el madurito empezaba a ponerse interesante...
La guinda de este pastel llego tras cinco minutos de gritos, cuando le contesta otra voz (que por la diagonal del sonido supuse que era el del tercero): "¿Para qué te va a coger el teléfono, si te oye sin necesidad de usarlo tonto-el-culo?" Ahí fue cuando intenté retomar el sueño por donde lo había dejado...pero no me esperó.